lunes, 19 de octubre de 2009

Fragmentos de Maleta de Mano

los efectos de la Bolsa en la poesía


no tengo nada en la Bolsa ni en el Banco Central

y siendo así

las acciones que no pude comprar

se irán para Irán o para Palestina

convertidas en minas antipersonales


cuando uno no tiene acciones en la Bolsa ni en el
Banco de Londres

no tiene voz ni voto en la súbida del dólar

y es muy proclive a la baja de testosterona.

en ese caso a uno pobre le falla la vista

la mano se equivoca, tropieza, se va lejos

del clítoris del Banco Mundial

sólo le queda adivinar cómo serán los huesos de las nubes

o intentar agarrarle al aire por el pescuezo.


siempre pensé que la poesía era cuestión de huevos


yo que siempre que pude vanagloriarme

de llevar un par de huevos ajustados con tuerca

ahora

declaro que si algo hice como poeta

sólo fue por amor a la camiseta de Horderlin.

nunca me interesó saber a cuánto estaba el dólar

ni el barril de petróleo.

preferí quedarme contemplando un buen culo

el vidrio de las estrellas molidas

los ojos de las luciérnagas.


pero -¡oh!

- las malas noticias nunca vienen solas-

el mundo entero se ha confabulado para extirparme el
testículo izquierdo

pobrecito testículo que nunca le hizo daño a nadie.

huevito vallejiano sin vergüenza ni bolsa

colgado, como buen llavero

en la bisagra de la Puerta Grande.

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